¿Por qué entrenar descalzo?
Ultimamente es muy común que al comenzar el entrenamiento, os digamos: “¡zapatillas y calcetines fuera!”. ¿Pero os habéis preguntado el por qué?
Al igual que nuestras manos, nuestros pies poseen numerosas terminaciones sensoriales que se encargan de recoger información de las vibraciones y las fuerzas externas a las que nos enfrentamos. Porque si os detenéis a pensar un momento, a diario tenemos que combatir los 9,8 Newton de gravedad que nos hacen que caigamos al suelo cuando no hacemos fuerza. ¿Y en la vida cotidiana con qué parte del cuerpo contactamos con el suelo? Con el pie.
De este modo, nuestros pies pueden reaccionar a estos estímulos y desarrollar movimientos más estables y eficientes. Sin embargo, el simple hecho de ponernos unos calcetines, y mucho más, las zapatillas de deporte producen una inhibición de los receptores sensoriales del pie, los cuales provocan movimientos con menor control y estabilidad. Imaginad por un momento, hacer un pino o una voltereta lateral con unos guantes de boxeo, seguramente la estabilidad con los guantes sea mucho menor que sin ellos, pues del mismo modo pasa con los pies y las zapatillas.
Esto no quiere decir que tengamos que hacer todo descalzo (entrenar en el gimnasio, correr, tenis, etc..), porque como todo en esta vida debe estar controlado. Ya que estamos acostumbrados a ir con calzado, debemos llevar una progresión adecuada, y comenzar a andar en casa descalzo, a reactivar la musculatura de los pies con ejercicios de dedos, y poco a poco a ir incluyendo trabajo de fuerza descalzo. De este modo, de forma progresiva iremos integrando en movimientos globales y mejorando nuestra capacidad de generar fuerza contra el suelo siendo más fuertes y eficaces.
Aprovechamos la ocasión para señalar 10 aspectos clave por los que recomendamos el entrenamiento descalzo:
1. Se estimula la musculatura del pie y evitar problemas plantares o de otros estructuras (rodillas y caderas).
2. Sentirá mucho menos fatiga en la musculatura de las piernas, que por inhibición de los músculos del pie, con calzado se sobrecargan más.
3. Sentirá mucha más estabilidad a la hora de realizar cualquier movimiento.
4. Notará como nota el control de su cuerpo y la alineación de articulaciones, de hecho mejorará su equilibrio.
5. Mejorará su fuerza general, ya que integrará músculos desde el pie hacía la cabeza.
6. Ayuda a mejorar tu musculatura profunda (suelo pélvico y abdomen).
7. Tendrás una postura más adecuada y saludable, con un centro de gravedad bien posicionado.
8. Verá que su pie es más efectivo, ensanchará más y sus dedos serán más útiles.
9. Sus sensaciones entrenando mejorarán completamente, debido a su mejora de estabilidad, control y fuerza.
10. Podrá incluso disminuir dolores de espalda por malos hábitos posturales.
Por supuesto, que todo esto será efectivo siempre que entrenes con un profesional del entrenamiento deportivo. Así que adelante, no lo pienses más y descálzate!!!! ;)